Hoy vamos a tratar el inicio de una sesión BDSM con nuestra pareja.
Como sabemos, cada pareja es un mundo y lo que yo os relate o aconseje aquí, es simplemente a modo de idea. Todos los dominantes debemos tener una personalidad propia, que es aquella que nos hace diferentes unos de otros. En todas las sesiones ya sean profesionales o simplemente por juego que he realizado siempre me han dicho que soy totalmente diferente a cualquier otro dominante que han conocido y eso es lo que TODOS debemos conseguir.
Si hemos hecho bien nuestros deberes, ya sabemos como empezar a jugar y como adecuar nuestro espacio, ahora es el momento de ese inicio de juego que a tantos dominantes nos da miedo, ya sea por miedo al fracaso o simplemente por no saber como proceder.
Es muy importante que nunca realicemos una sesión con prisas, recordáis lo que decía Napoleón, aquel dicho de… “vísteme despacio que tengo prisa”, pues eso es lo que vamos a poner en practica, intentar que el ambiente se erotice y que nuestra sumisa sienta nuestro poder rápidamente.
Cuando realizo una sesión con una sumisa que conozco a la perfección, nunca le ordeno desnudarse de inicio, para mi, es mucho mas erótico que mi sumisa se sienta sensual de inicio, que humillada con su desnudez, se que es algo que puede desconcertarte en su lectura, pero… piénsalo bien, y veras que cuando esta acostumbrada a desnudarse ante ti, es un elemento que no aporta excitación, sin embargo, si se siente sensual, se sentirá poderosa y mas fácil nos será entrar en ella. Debo aclarar que cuando realizo sesiones profesionales si que hago desnudar a la sumisa, ya que psicológicamente es mas fácil acceder a ellas de esta forma, se sientes desprotegidas y humilladas de entrada y eso hace que entren en su papel de forma rápida.
Imaginemos que tenemos a nuestra sumisa de pie, delante nuestro, sus manos deberán estar unidas detrás, su cabeza mirando al suelo, y sus ojos abiertos.
Nos situaremos detrás de ella, le colocaremos su collar y la empezaremos a acariciar de forma muy sutil, sintiendo como su piel se eriza, como su mente se transporta a lo que sentirá durante la sesión. Notaremos como sus pezones se vuelven duros y su piel muestra sus deseas de entrega a su Amo.
A mi particularmente me gusta pasear alrededor de ella de forma muy lenta, simplemente acariciándola, notando su piel, sus pezones erectos, su sexo húmedo. Finalmente me sitúo detrás de ella, agarro su pelo fuertemente y hablándole al oído le digo aquellas cosas que se que le excitan de forma especial, ¿Cómo cuales?, a mi sumisa por ejemplo le gusta que le diga que hoy será mi juguete sexual, mi zorra, mi puta… cualquier cosa es valida si sabemos que les aportara excitación.
Desde atrás, empiezo a practicar algo de dolor, apretando sus pezones, azotando con mi mano su sexo, algún azote en su nalga, pero siempre, hablándole al oído, debemos intentar realizar varias cosas a la vez, debe sentirse en varios frentes, eso hará que todo lo viva mas intensamente.
Una vez ya noto que su excitación es palpable, la hago desnudar y empiezo con las prácticas.
Debéis tener siempre en cuenta aquello que se dice de que “cada maestro tiene su librillo” por eso, cada dominante debe tenerlo y ponerlo en practica en función a su forma de proceder y sobre todo a los gustos de su sumisa.
No me cansare de repetir que todo debe ser muy lento, que se debe disfrutar desde el segundo cero, ¿de que nos sirve empezar a azotar nada mas empezar?, de todo tendremos tiempo, pero para llegar a eso, hagamos que todo tenga el suficiente glamour para que recordemos esos instantes durante días.
Un ejemplo ocurrido este mismo fin de semana: hice una pequeña sesión con mi sumisa, le ordene ponerse un vestido negro calado muy sensual para la sesión, después de todo el inicio que mas o menos fue como os he relatado y antes de ordenar que se desnudara, le pregunte si tenia hambre, me dijo que si y llame a una cadena de pizzerías que tenemos al lado de casa, la mantuve caliente, acariciándola y practicándole algo de dolor hasta a que a los veinte minutos mas o menos llamaron a la puerta, le ordene que abriera ella con aquel vestido transparente y calado, que cogiera la pizza y la dejara en el comedor para recoger el dinero, su excitación era increíble, le abrí la parte superior del vestido y le coloque las pinzas en sus pezones, volví a cerrarle el vestido y le ordene dirigirse a pagarle al chico, que por supuesto pudo ver claramente a través del vestido que llevaba las pinzas puestas. Aquel chico de unos 20 años según si sumisa, se marcho viviendo una experiencia que nunca hubiera imaginado vivir.
Imaginaos como de simple es vivir cosas que hagan que una simple sesión BDSM tenga todo tipo de componentes: morbo, sensualidad, dolor, placer, nervios.
Debemos entender que el juego en pareja es quizás el mas complicado de todos, debemos ser muy imaginativos y sorprender SIEMPRE, eso hará que nuestra sumisa esté deseosa de jugar, sabrá que el factor sorpresa siempre estará presente y no pensará nunca en la monotonía de una sesión tradicional BDSM.
Y recordad que el BDSM puede ser tan fácil o complicado como lo queramos hacer.
Dhanko