Los azotes con las manos son una de las prácticas BDSM que mas me gusta realizar. Me produce un placer inmenso disponer a mi antojo del culo de mi sumisa, creo que es una practica muy erótica.
Siempre empiezo con pequeños azotes en los inicios de sesión, recuerdas cuando te hablaba de conseguir calentar la sesión, pues es una práctica para mi imprescindible. Ir hablándole mientras la acaricio, practicándole algún azote, jugando con sus pezones todavía sin pinzas, acariciando su sexo, todo hace que la sesión se vaya calentando poco a poco para llegar a la intensidad que se que a ambos nos gusta.
Recuerda siempre, que debes conocer muy bien los limites de tu sumisa, tienes que saber que grados de dolor puede soportar para que le aporten placer y no ganas de que la sesión termine. Si no lo has hecho, léete el post sobre “Averiguar los niveles de dolor de nuestra sumisa”, para saber de forma fácil sus limites.
Otra forma de azotar con las manos es lo que se denomina disciplina inglesa, donde colocaremos a nuestra sumisa en nuestro regazo, como puedes ver en la fotografía y jugaremos con ella. Esta forma nos permite acariciar diferentes partes de su cuerpo como puede ser su sexo, así podremos notar su grado de excitación en todo momento.
Hay dominantes que se limitan simplemente a azotar sin mas, no prestan la mas mínima atención al aporte sensual que puede tener esta práctica, por ello, siempre azoto y acaricio, se que aporta mucha mas sensualidad a la sesión que el simple azote seguido de otro.
Cuando azotamos a nuestra sumisa, podemos ir haciéndole participe obligándola a que nos pida otro mas, o simplemente que nos lo agradezca con el “gracias Amo”, cualquier cosa que nos apetezca estará bien, así no tendrá la frialdad de la no comunicación.
Aun a riesgo de hacerme pesado, debemos siempre hablarle a nuestra sumisa. He visto sesiones donde no hay comunicación, es todo muy frio y eso mi querido lector, te aseguro que no es tan satisfactorio como establecer el vinculo de la voz con ella.
Es quizás una de las prácticas a la que menos atención le prestamos, pero sin duda si la hacemos parte importante de nuestra sesión, toda ella se nutrirá de una sensualidad que muchas veces olvidamos que debemos conseguir en un juego BDSM.
Dhanko