BDSM visión SexCoach. 

Consulta precio y disponibilidad: dhankodom@gmail.com / WhatsApp: +34658720854

El BDSM se mal conoce como “sado”. Cuando hablamos de sado, para quién es ajeno a este mundo, reconoce a sus practicantes como locos, perversos, raros, enfermos… etc. Y la pregunta es, ¿quién quiere reconocerse con estos adjetivos? Desde luego que nadie y ahí está uno de los enormes problemas, esto a modo individual.
. 
En el mundo de pareja la cosa se complica mucho más. Si yo ya tengo mis reticencias y no quiero admitir sinceramente que el BDSM puede formar parte de mi, ¿cómo voy a intentar que mi pareja se interese?.
Es más, ¿qué imagen puede tener mi pareja de mí si se lo cuento?. ¿Cómo lo explico? Si me respondo a esas preguntas yo mismo/a llegaré a la conclusión de que es mejor callar. Y si mi deseo hacia introducirme más en este mundo, crece día a día, andaré en silencio el camino, así no me expongo a perder lo que ya tengo, que aunque sea mala o peor nuestra vida sexual, el amor y cariño existe.
Y a partir de ahí las cosas sólo pueden ir a peor, surgen los grandes distanciamientos, se rompe la poca sinceridad que quedaba, empieza el largo y rápido camino de descenso, ya no doy sexualmente lo que debo ni recibo lo que quiero. Necesitamos ayuda….
. 
Cuando una pareja entiende que su vida sexual no funciona y deciden poner solución al problema, unas de estas soluciones puede ser ir a visitar a un especialista. Es ahí donde entra en escena el papel de la sexóloga o sexólogo y es ahí, también, donde el desconocimiento para afrontar este tipo de problema es en sí otro gran problema, incluso más, porque si no se expone de forma clara cuál es la raíz del problema (que lógicamente no se dice abiertamente) y el profesional no descubre que el impedimento para disfrutar del sexo en pareja es esta “necesidad imperante” de vivir, por una de las dos partes, el BDSM,¿ cómo nos pueden ayudar?.
. 
Cualquier solución que se dé puede enmascarar y poner una pizca de ilusión en la relación pero si no se trata de raíz el asunto nunca habrá una solución permanente y con el tiempo volveremos a estar en el punto de partida, quizá cuando se vuelve a llegar ahí ya no existe remedio.
. 
Podría sonar muy extraño decir que el BDSM debería ser parte de terapia sexológica, porque haciendo referencia al primer primer párrafo, pensando como piensa alguien ajeno a este mundo, el BDSM es algo para gente “enferma”. Este es el pez que se muerde la cola… ni profesionales ni clientes van a querer entrar.
. 
Y ahora ponemos como ejemplo a una pareja que desconoce el BDSM, ambos miembros, pero que su vida sexual es aburrida, escasa o inexistente, por ello acuden a un especialista, volvemos a la consulta del profesional.
. 
Este caso es mucho más sencillo de abordar porque no existe por ninguna de las partes la necesidad de vivir este mundo o adentrar a nadie en él. Pero ¿el profesional sería capaz de recomendar prácticas o principios intrínsecos del BDSM?
. 
Entonces, y esta es la finalidad de este nuevo taller, como sexóloga o sexólogo ¿conozco realmente esta práctica sexual como para saber y poder recomendarla, aunque no sea de forma explícita? ¿Qué puede ofrecer a mis clientes?
¿En qué puede ayudarme este taller?
. 
Querid@ profesional. Este taller, te dará múltiples herramientas para:
  • Reconocer un problema claro de la pareja.
  • Dar diversas soluciones para que la pareja encuentre juegos afines excitantes.
  • Empatizar, en el caso de que uno de ellos funcione dentro del BDSM, con ese individuo y ayudarle a plantear el tema a su pareja.
  • Conocer fundamentos del BDSM, sinceridad, consenso, comunicación, confianza,
  • El BDSM más sexual.
  • Desmitificar lo erróneo sobre este mundo. Base de la creación de los actuales prejuicios.
  • Saber ofrecer estímulos mentales y deseos sexuales.

El conocimiento nos ofrece la posibilidad de evitar problemas y, si éstos ya existen, la oportunidad de solucionarlos. Los prejuicios son barreras para el crecimiento profesionales, el desconocimiento fomenta los prejuicios. Crece como profesional, te ayudaré.

Un taller que agradecerás, seguro, haber realizado.
 .