Muchas veces me preguntan, ¿cómo vive un Amo?, y la respuesta es sencilla… como la persona más normal del mundo.
Debemos tener presente que una persona que se siente dominante en un juego BDSM no tiene por qué ser dominante en su vida cotidiana.
Esa parte dominante siempre debe aflorar cuando empezamos a jugar y nunca en tu vida normal.
Personalmente me he encontrado en multitud de fiestas y eventos, a los que me han invitado a lo largo de estos años, con los que van de “amos” (sí sí como lo lees, en minúscula), para mí, esos personajillos no merecen mi respeto. Puedo entender que cuando descubres el BDSM, si eres agraciado físicamente, dispongas de las sumisas que quieras y eso haga que te puedas sentir como el “puto amo” pero te aseguro que con los años, llegas a comprender que eso… no te lleva a ningún sitio.
El verdadero Amo es aquel que no necesita que se note su llegada, que llega en silencio y llena de fuerza la estancia, es aquel que cuando dice “juguemos”, reina, es aquél que tiene el suficiente carisma como para que una sumisa, simplemente con su mirada, sienta el profundo deseo de ser elegida, postrarse a sus pies y entregarse en cuerpo y alma.
Poco a poco te darás cuenta de que lo vives y lo sientes en tu interior, que no te hace falta mostrar nada, que no es necesario decir quién eres, y que nadie que no conozca tu faceta BeDeSeMera puede notar que eres un verdadero Amo.
Huye de hacerte notar, huye de que te señalen, no vayas de todopoderoso, simplemente demuéstralo cuando toque y verás como así, poco a poco, impregnarás los lugares donde estés con esa “marca personal” que todos los Amos buscamos.
Un gran cirujano no va por los lugares que visita con un bisturí en la mano, él sabe que es bueno porque lo ha demostrado, sus pacientes confían en él y ponen sus vidas en sus manos. Con el tiempo tú también conseguirás que tu sumisa elija ser tuya y se entregue a ti sin condiciones, se sentirá orgullosa de pertenecerte y serás llamado AMO.
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